La Agencia Tributaria tiene previsto empezar a poner en marcha durante el próximo año nuevos mecanismos de control, así como de obtención de información, con el propósito de lograr una mejor actuación preventiva sobre el contribuyente.
Así lo ha detallado su director general, Jesús Gascón, durante las Jornadas Tributarias celebradas los días 28 y 29 de noviembre en el estadio Wanda Metropolitano de Madrid, y organizadas por la Asociación Española de Asesores Fiscales y Tributarios (AEAFyT).
Durante la ponencia, en la que se exponían los desafíos a los que se enfrenta el organismo público ante la creciente litigiosidad, Gascón ha puesto especial énfasis en la prevención, para lo que se ha preparado una batería de medidas con una prioridad clara: obtener mayor información y más clara sobre el contribuyente, cruzar sus datos y contrastarlos con los que se posteriormente se declaran.
Una de estas primeras medidas tendrá que ver con el IVA y, en concreto, con el modelo 303. Hacienda tiene previsto implantar un borrador o predeclaración que, en una primera fase, irá dirigido a empresas acogidas al Suministro Inmediato de Información (SII) y al REDEME, que actualmente afecta más de 60.000 empresas de gran tamaño, de las cuales, un grupo reducido ya forma parte de una prueba piloto.
Gracias al SII la Agencia Tributaria cuenta con información sobre facturación en tiempo real. Por ello la nueva predeclaración se basará en los datos suministrados por el propio contribuyente, y que la Administración Tributaria terminará cruzando con la declaración presentada finalmente con el objeto de encontrar posibles incongruencias.
Mayor intercambio de información
Otro de los compromisos anunciados por el Director General de la Agencia Tributaria es el de poner en marcha, también a partir del próximo año, un sistema por el que se informe a cada empresa de los datos fiscales de cara a la declaración del Impuesto sobre Sociedades.
Es decir, se comunicarán los datos sobre el beneficio contable con los que cuenta la Agencia Tributaria, así como de los créditos fiscales pendientes de ejercicios anteriores, entre otros, y todo, como en el caso del IVA, para advertir sobre la situación previa a la declaración y así poder contrastar dichos datos con los que finalmente se declaren.
Otra de las líneas maestras sobre las que también trabaja la Agencia Tributaria es el código de buenas prácticas, del que ya se ha presentado un primer borrador, y que ahora requiere la adhesión de asociaciones de asesores, colegios profesionales y asociados.
Dicho código tiene como finalidad cruzar información entre la Agencia Tributaria y responsables sectoriales para detectar posibles actividades fraudulentas.
«Pretendemos un intercambio de información para adelantarnos y conocer en qué ámbitos sectoriales existe más fraude mediante la colaboración con asociaciones», ha señalado Gascón.
En este sentido el Director General de la Agencia Tributaria también ha hecho hincapié en una mayor digitalización de la Administración Tributaria con el propósito de llegar a todo tipo de sectores económicos, aunque especialmente a los dedicados a servicios digitales.
El objetivo de la Administración tributaria es que las actuaciones se planifiquen más allá de la regularización y el cobro de la deuda; o, como ha señalado el propio Gascón, «se pretende generar impacto para que el contribuyente cumpla mejor».