Los Planes de Pensiones Individuales (PPI) han registrado un 2019 muy positivo al alcanzar una rentabilidad media del 8,8% anual, a la vez que las aportaciones se han visto incrementadas hasta alcanzar niveles similares a los de 2008.
Por categorías, todas arrojan rentabilidades positivas, aunque destacan los Planes ligados a rentas variables a un año, que crecieron un 24%; y un 12,2% las rentas variables mixtas. En este sentido, la renta fija mixta registró unas rentabilidades del 5,4% y los planes garantizados un 4,1%.
En el largo plazo los incrementos son más sostenidos y obtuvieron una rentabilidad media anual del 3,23% y en el medio plazo (5 y 10 años) fue del 1,7% y del 2,9%, respectivamente.
Nivel de aportaciones precrisis
El volumen de aportaciones brutas durante 2019 se incrementó en un 17,2% hasta alcanzar los 4.199,8 millones, una cifra que no se veía desde que en 2008 se registraran los 4.286 millones. En 2018 la cifra fue de 3.581 millones.
Por su parte, las prestaciones se mantuvieron similares al año anterior -3.033 millones frente a 2.997 de 2018-. Con estos datos, las aportaciones netas del Sistema Individual se situaron en 1.167 millones, prácticamente el doble que el año anterior.
En el mes de diciembre las aportaciones sumaron 1.408 millones y las prestaciones fueron de 430 millones.