No cabe duda de que la protección que brindan los Seguros de Vida, tanto al asegurado como a su propia familia, lo han convertido en un producto cada vez más atractivo y que experimenta un mayor crecimiento en el mercado asegurador.
Su contribución positiva a la sociedad ha sido analizada en un último estudio liderado por MetlLife, del que se puede concluir que el Seguro de Vida es un «dinamizador del crecimiento económico y es importante para la salud general y el bienestar financiero de los hogares».
Es precisamente la protección financiera que brindan los productos de Vida la que lo convierten en «vitales para una economía y sociedad moderna que funcione eficientemente», tal y como señala el informe, que los define como «un contribuyente clave para permitir un crecimiento económico robusto a largo plazo».
No debemos olvidar que más de 20 millones de personas en España cuentan con un Seguro de Vida. Esta cifra no pasa inadvertida en el estudio elaborado por MetLife, donde precisamente se pone en valor que los productos de Vida «brindan protección a millones de familias contra el riesgo de muerte prematura, enfermedad, discapacidad o unos ingresos de jubilación inadecuados».
Por ello, los autores del informe subrayan que «las aseguradoras que ofrecen este tipo de productos mejoran la calidad de vida de sus clientes y ofrecen una manera eficiente de proporcionar protección financiera y tranquilidad a muchas familias». Por tanto, insisten, en que los seguros de Vida «proporcionan una red de protección ampliamente difundida en la sociedad española».
En el estudio también se constata la contribución de los seguros de Vida a la economía. Y detallan algunos ejemplos, como que «ayudan a canalizar los ahorros familiares de una gran parte de la población hacia inversiones productivas» y que «promueven el crecimiento económico a través de sus propios canales de financiación e inversiones únicos».
Tampoco debemos olvidarnos de las pensiones, y es que, como señala el estudio, los Seguros de Vida «proporcionan flexibilidad y dinamismo al sistema público de pensiones» a la vez que ayudan a «aliviar indirectamente el gasto del Gobierno en otros programas de asistencia social al mantener a los hogares fuera de la pobreza en caso de incapacidad o fallecimiento».