A medida que avanzamos en la desescalada, una vez superada la fase más crítica de la pandemia, la sanidad privada, que atiende a 12 millones de personas en España, ha iniciado la reprogramación médico-asistencial de carácter presencial para atender consultas ambulatorias, urgencias y cirugías.

Para ello, la mayoría de los 1.300 centros asociados a la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), patronal que representa al 80% del sector, se encuentra libres de casos de COVID-19 y ha acondicionando desde hace semanas sus espacios y dispuesto protocolos de dirección médica para evitar riesgos de contagio tanto a pacientes como a personal sanitario.

Aunque en los meses de confinamiento se han visto reforzados procesos de atención asistencial vía telemática o mediante consultas telefónicas, en las últimas semanas se ha incorporado la atención presencial mediante nuevos protocolos en la forma de trabajar que con probabilidad permanecerán de forma definitiva.

Los nuevos procesos integran de forma generalizada medidas que se aplican tanto en consulta como en urgencias y quirófanos:

Se ha producido una separación en circuitos limpios y seguros de Covid-19 para pacientes y personal sanitario.

Se incrementan las medidas de higiene y desinfección, con el uso de forma frecuente de desinfectante tanto de manos como de superficies, y la obligación de uso de mascarillas y guantes para los facultativos.

Se realizan test diagnósticos de forma generalizada a todos los pacientes que van a ser operados o en los paritorios.

Las citaciones a los pacientes se producen con mayor distanciamiento entre consultas para evitar aglomeraciones en espera.

Se han creado nuevos espacios para favorecer un mayor distanciamiento social.

Se limitan las visitas a los pacientes ingresados.

Siempre que la exploración física lo permita se mantendrá una distancia de seguridad.
Asimismo se recomienda a los pacientes, salvo casos de total necesidad, llegar a consultas sin acompañantes y con una puntualidad mayor para limitar el contacto con otros usuarios. E, incluso, se valoran cuarentenas preventivas en casos necesarios.